Wednesday, December 12, 2007

En la noche terrible, sustancia natural...

SIN TÍTULO
de Álvaro de Campos

En la noche terrible, sustancia natural de todas las noches,
En la noche de insomnio, sustancia natural de todas mis noches,
Recuerdo, velando en incómoda modorra,
Recuerdo lo que hice, lo que podía haber hecho en la vida.
Recuerdo, y una angustia
Se esparce en mí como un frío del cuerpo o un miedo.
Lo irreparable de mi pasado -ése es el cadáver-
Todos los otros cadáveres puede ser que sean ilusión.
Todos los muertos puede ser que estén vivos en otra parte.
Todos mis propios momentos pasados puede ser que existan en algún lugar,
En la ilusión del espacio y el tiempo,
En la falsedad del transcurrir.

Pero lo que no fui, lo que no hice, lo que ni siquiera soñé;
Lo que sólo ahora veo que debería haber hecho,
Lo que sólo ahora claramente veo que debería haber sido-
Eso es lo que está muerto más allá de todos los dioses,
Eso -y al final fue lo mejor de mí- es lo que ni los dioses, hacen vivir...

Si en cierta ocasión
Hubiera volteado a la izquierda en lugar de a la derecha;
Si en cierto momento
Hubiera dicho sí en vez de no, o no en vez de sí;
Si en cierta conversación
Hubiera tenido las frases que sólo ahora, en el entresueño, elaboro -
Si todo eso hubiera sido así,
Sería otro hoy, y tal vez el universo entero
Sería insensiblemente llevado a ser otro también.

Pero no cambié hacia el lado irreparablemente perdido,
No cambié ni pensé en cambiar, y sólo ahora lo percibo;
Pero no dije no o no dije sí, y sólo ahora veo lo que no dije;

Pero las frases que faltó decir en ese momento todas me surgen,
Claras, inevitables, naturales,
La conversación cerrada concluyentemente,
El asunto resuelto...
Pero sólo ahora lo que nunca fue, ni será, me duele.

Lo que fallé de veras no tiene ninguna esperanza
En ningún sistema metafísico.
Quizá pueda llevar a otro mundo lo que soñé,
¿Pero podré llevar a otro mundo lo que me olvidé de soñar?
Eso sí, los sueños por haber, son el cadáver.
Lo entierro en mi corazón para siempre, para todo el tiempo, para todos los universos,
En esta noche que no duermo, y el sosiego me cerca
como una verdad que no comparto,
Y allá afuera el claro de luna, como la esperanza que no
Tengo, es invisible para mí.